Fuente Rubeos, Sierra Espuña, en la actualidad. Según la ve Lechuza al acecho. |
- La escultura de un joven scout lleva casi 75 años enterrada en paradero desconocido
- ANTONIO BOTÍAS CRONISTA OFICIAL DE MURCIA
9 noviembre
2014
Al pequeño
scout Mariano Serrano lo enterraron dos veces. La primera, tras fallecer de un
desventurado accidente mientras jugaba al fútbol con sus amigos. Apenas contaba
siete años de edad. Y la segunda, para nuevo desconsuelo de sus padres, cuando
el dictador Franco ordenó que se confiscaran los símbolos de los exploradores.
Uno de ellos era la espléndida escultura que honraba la memoria del niño y
engalanaba un paraje en Sierra Espuña.
Para evitar
su destrucción, la pieza fue sepultada en un lugar secreto. Los cinco
exploradores que la escondieron juraron que nunca revelarían el paradero.
Todos, hasta la muerte, cumplieron su palabra. Desde entonces lo conocen como
'El Durmiente'. Y lleva casi 75 años soñando con ser recuperado.
Mariano
Serrano Mena falleció el 6 de julio de 1928 en Águilas. Era guía de patrulla
-esto es, el líder y hermano mayor- de un grupo llamado 'El lobo'. Como recordó
José María López en su obra 'Los Exploradores Murcianos 1913-1940', el niño era
&ldquouno de los mejores [scouts] de España y del mundo
escultista&rdquo. Su pérdida fue tan sentida que pronto se propuso erigir
un monumento en su recuerdo.
Todos los
diarios murcianos se hicieron eco el 18 de julio de 1930 de la Gran Semana que
celebrarían los exploradores. Los actos previstos incluían varias misas,
conferencias, sesiones de cine patrocinadas por «la acreditada Casa Iniesta» y
actuaciones de la Banda de la Misericordia, encargada cada día de tocar la
diana y la retreta del campamento mientras se izara o arriara la bandera.
La
inauguración de la escultura se anunció para el día 24 de julio. El diario 'El
Tiempo' recordó entonces que hacía dos años desde el fallecimiento del joven
por «un accidente de fútbol ocurrido entre juego de niños». El redactor
recordaba que los exploradores iniciaron la colecta para erigir en su memoria
una escultura y el escultor Nicolás Martínez Ramón «supo plasmar magistralmente
la idea».
El rotativo
incluía una referencia sobre la ubicación de la pieza: «El monumento ha sido
colocado en el sitio que arranca la empinada senda que conduce al campamento de
Águilas, entre la frondosidad de más soberbios pinos».
Recreación realizada por Alonso Rubio de cómo debía estar la talla cerca de Fuente Rubeos. |
La
presentación de la obra fue precedida por una misa de campaña, tras la cual se
retiró la bandera que cubría el busto mientras sonaban los acordes del himno de
los exploradores. Otra de las piezas que se interpretó, a violín, fue la
canción 'Yo tenía un camarada'. El discurso quedó a cargo de Juan Antonio
Dimas, jefe de la Tropa de Madrid. Celebrado el desfile, cuatro jóvenes
quedaron de guardia de honor junto al monumento, que había sido adornado con
macetas y flores traídas desde Águilas. Entre los asistentes ilustres se
encontraba Isidoro de la Cierva.
La escultura
representaba al joven ataviado con el blusón de explorador y mantenía entre sus
manos la bandera. El lugar elegido para colocarla no es desconocido, pues aún
se conserva allí la base original. Está en un bosque de pinos situado encima de
Fuente Rubeos, cerca del Centro de Interpretación Ricardo Codorniú.
Exploradores Agrupación de Cieza en Espuña, 1916 |
Prohibición
franquista
Durante diez
años pudo admirarse esta obra, que pronto se convirtió en un símbolo del mundo
scout en la Región. Hasta que una orden fechada el 22 de abril de 1940
estableció «la suspensión de actividades de la Asociación Nacional de los
Exploradores de España». Eran, en opinión de Franco, una escuela de masonería.
Hasta 1974 se mantuvo el movimiento proscrito, aunque ya a finales de los años
50 se consintió bajo la tutela de la Iglesia.
La
destrucción de los símbolos del movimiento incluía la escultura de Mariano
Serrano. Por fortuna, alguien dio el aviso a tiempo y un grupo de cinco scouts
subieron al monte, desmontaron la pieza y la enterraron envuelta en sacos y
mantas. Allí mismo pronunciaron el juramento de guardar hasta la tumba su
secreto. La muerte prematura de uno de ellos animó al resto a respetar la
promesa. Y así fue, aunque el último superviviente ofreció algunas pistas sobre
la ubicación al revelar que fue sepultada junto a tres grandes pinos con nombre
scout. Dos de ellos eran 'lobo rojo' y 'lobo negro'.
La
Federación de Asociaciones de Scouts de Murcia se propuso recuperar esta
escultura para devolverla a su vacío pedestal y conmemorar así el centenario de
la institución. De momento, continúan los trabajos. Mientras tanto, en unos
días la ciudad erigirá otra escultura en el jardín de la Seda como homenaje al
escultismo. También representa a un joven cargado con la típica mochila y en
movimiento. Como si se dispusiera a correr hasta Espuña para recuperar el busto
perdido del recordado Mariano.
Fuente: La Verdad de Murcia.
Foto original del Durmiente de Sierra Espuña, Explorador Mariano Serrano de la Agrupación de Águilas. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario