Regresamos
de campas con las cámaras llenas de fotos. Castores, Lobatos, Rangers… Muchas
veces colgamos fotos en Facebook, Twitter o Instagram de niños y niñas sin
pensar.
Si es así
podéis estar cometiendo un grave error.
En internet
no sólo están nuestros amigos y familiares.
También hay
gente mala. Muy mala.
Por eso es
necesario tomar ciertas precauciones básicas muy importantes para proteger
su privacidad y seguridad.
Esto no
significa que no podáis publicar fotos, simplemente que lo hagáis teniendo en cuenta
estos consejos:
- En la foto no debería aparecer ninguna pista sobre los lugares que frecuenta.
- No añadáis datos a la foto que puedan identificar al menor, como su nombre o apellidos al nombre del archivo de la foto.
- No publiquéis información sobre los horarios del niño y las actividades que realiza habitualmente.
- No incluyáis información que haga pensar que están solos.
- No publiquéis fotos que incluyan uniformes del colegio o camisetas identificativas de sus equipos.
- Evitad credenciales que permitan a un extraño localizarles, si hacéis la foto con un móvil o tableta con GPS, aseguraos de que la función de localización está desactivada o que esos datos se han borrado.
- No publiquéis sin consentimiento.
- Recordad que tras publicar una foto en Twitter o Facebook, incluso aunque la compartas sólo con vuestras amistades, debéis dar por hecho que desde ese instante es completamente pública. Y hagáis lo que hagáis es posible que jamás seas capaz de eliminar esa foto de internet.
- Compartid esta información con amigos y familiares.
En
definitiva, tomar las medidas necesarias para que todas las fotos sean 100%
anónimas y no haya manera de rastrearlas, ni de identificar al menor.
Fuente: Blog
del MSC, 1/9/2014
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