martes, 30 de octubre de 2018

ERAN LOS AÑOS 70 CUANDO EL ESCULTISMO, AL MENOS EL MURCIANO, INTENTABA DESCUBRIR NUEVAS SENDAS.


Eran los años 70 cuando el Escultismo despertaba de su largo letargo. No estaba "muerto", porque en diferentes lugares del país se hacían actividades, cada uno según podía o sabía. 
Enrique Genovés (de grato recuerdo), como Jefe Scout Nacional de la ANEDE, pretendía animar, conformar, y ayudar en ese nuevo renacer, para eso escribía tanto como podía, según su saber (que era mucho) y sus experiencias como scout y pedagogo. Tenía claro que ese nuevo escultismo comenzaría desde la infancia y la juventud, porque ellxs serían sus verdaderos protagonistas. Tenía clara la necesidad de desbrozar la senda scout que sus antecesores habían recorrido, para eso escribió y publicó, según su saber y entender del escultismo, una serie de cuadernillos.
Los consideraba pubicados por "los exploradores de España" y su Oficina Técnica , cuando solo él lo hacía. Ahora, salvando distancias tanto temporales como estilistas, os informo que el librito "Carnet de Pruebas del Pietierno", que podéis ver en PDF en el Grupo de Los Amigos de los Scouts de la Región de Murcia (aquí no dejan subir ese documento en PDF), en el que presenta el Escultismo a aquellos que deseaban jugar el "gran juego". En verdad que su maquetación no es muy atractiva, pero era una contribución necesaria para aquellos años. 
Un dato curioso, quizá forzado por las circunstacias, era el papel prominente que tenían los consiliarios (se suponía que la mayor parte de ellos eran católicos) en la formación scout de los niños (y en algún caso, las niñas, aunque éstas no aparezcan ni de refilón, justificado porque eran otras épocas y otras formas de vivir el escultismo y... ). 
En la Región de Murcia, Zona VI, estos cuadernillos eran utilizados por diferentes Grupos, incluso cuando dejamos de pertenecer a la ANEDE y creamos la AERM, porque siempre a pesar de que nuestra forma de actuar y entender el Escultismo era bastante crítica y difenciada con respecto a "Madrid", no deshechamos todo aquello que nos podía ser útil, tanto para los propios niños (y también niñas) scouts como para los scouters que los guiaban. 
Siguiendo ese camino en la AERM creamos y confeccionamos otro tipo de libritos a modo de niveles: Primer, Segundo y Tercer Nivel (Lechuza y Tatanca, Madrid finales de los 70), de los que se publicaron varias ediciones. En ellos se admitía el hecho que lxs scouts deberían superarse a sí mismxs, en un sistema progresivo, que en los antiguos manuales se le denominaba "sistema progresivo de insignias", aunque nosotros no teníamos insignia alguna que demostrase que se habían superado los niveles, era simplemente un tema de superación personal, no pretendía saber quién era el/la mejor.


 Considerábamos que estos niveles estaban más de acuerdo con el tiempo que vivíamos y los retos que esa nueva sociedad nos reclamaba, una vez muerto el Dictador.

Escrito por Alonso Rubio, Lechuza al acecho en Facebook.

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